martes, 22 de noviembre de 2011

Caminando un día por Cercedilla

Pradera de Navarrulaque

Un día soleado de invierno, en la Pradera de Navarrulaque, en Cercedilla, me encontré con esta estampa.
Hay pocos placeres tan agradables como el senderismo en la naturaleza. Valores paisajísticos, medioambientales, deportivos,educativos se entremezclan en esta actividad, tan conveniente para nuestros alumnos y para nosotros mismos. El contacto con el medio natural nos hace más humanos, más vitalistas nos forma  una conciencia medioambiental imprescindible en estos tiempos. Nos refuerza el  vínculo con la natualeza. Ánimo y a andar.

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